Retrospectiva-té

El beneficio que se puede sacar a un proyecto y equipo trabajando los objetivos de una retrospectiva, es increíble. Si el compromiso del equipo es el adecuado, estarán en constante evolución.

Es curioso como a partir de dos preguntas, podemos extraer tanta información para seguir mejorando:

• ¿Qué estamos haciendo bien? Y hemos de seguir haciéndolo.
• ¿Qué debemos mejorar? Y hemos de corregir para hacerlo bien.

Dos preguntas que nos sitúan: donde estamos y a donde queremos llegar.

Si tan bueno es el beneficio para un equipo, ¿por qué no lo aplicamos a nosotros mismos? ¿por qué no dedicar un par de horas cada cierto tiempo a ver cómo estas tú mismo haciendo tus cosas? ¿las haces como dijiste que te gustaría?. La importancia que tiene esta actividad para un equipo, también lo es para uno mismo.

Siéntate y haz una retrospectiva de ti mismo, Retrospectiva-té.

1. Elige los contextos que vas a evaluar.  Puedes trabajar los aspectos de tu vida laboral, pero también de tu vida personal: amigos, trabajo, familia.
   
2. Aplica las dos preguntas a cada uno de ellos. Dedica tiempo a esta parte y se realmente crítico contigo mismo.
3. Elige tus compromisos.  De cada uno de los contextos, deberás ponerte un objetivo para tu siguiente revisión, pero objetivos que sí puedas alcanzar, para tener la sensación de avanzar. Se realista.
4. Repásalos periódicamente. Y vuelta a empezar con los puntos anteriores. La constancia es la clave del éxito.

Dedícate un tiempo para reflexionar, ubicarte y reflexionar sorbe ti mismo para tener motivos e ilusiones por los que seguir superándote.

La siguiente imagen, demuestra lo sencillo que es este ejercicio.