Si me dijeran que describiera el 2014 en pocas palabras, lo resumiría así: adiós zona de confort.
Ha sido un año de novedades a diario, de retos constantes, de situaciones nuevas, de experiencias muy duras que me han servido para aprender mucho y para desarrollarme más de lo que hubiera imaginado a nivel personal.
Me ha hecho sonreír repasar mi retrospectiva del 2013, echas la vista un año atrás y lo que se me pasa por la cabeza es: ¿quién me iba a decir que el 2014 sería de esta manera?:
- He logrado formar parte de un gran equipo de Product Owners, de los que estoy muy orgullosa, que me hacen feliz y también me dan algún que otro quebradero de cabeza, pero por ellos, el trabajo y esfuerzo merece la pena.
- ¡He escrito 12 posts en el blog! Esto me lo ha chivado hace unos días el resumen de mi año de WordPress 🙂 me ha hecho mucha ilusión.
- He empezado a observar antes de actuar, pero con más detenimiento y pensando en el alcance que tienen acciones aparentemente pequeñas, pero cuyo impacto es grande. Gracias a mis coaches por ayudarme en esto, por hacer que me duela la cabeza hasta entenderlo por mi misma.
- He sumado puntos en mi Inglés, con el que trabajo prácticamente el 70% del día.
- He asistido tanto al AOS como a la CAS, donde he tenido la suerte de dar charlas, compartir mis experiencias, y conocer gente nueva que me han hecho aprender de las suyas.
- Tengo menos miedo a tomar decisiones, si algo me ha hecho crecer este año es decidir por primera vez en muchos aspectos nuevos de mi vida.
He conseguido más cosas de las que mencioné hace un año, principalmente en aspectos relacionados con la madurez personal que se desarrolla en un entorno cambiante, dinámico y lleno de sorpresas.
Con todo lo vivido, he pensado cómo enfocar mis retros del proximo año. En realidad son metas en cuanto a mi actitud como persona y profesional, algo que voy a medir de acuerdo a la manera en que me enfrento a situaciones día a día. ¿Qué le pido al 2015?:
- Compartir más a través del blog, escribiendo posts más pequeños si a veces es necesario, el valor no está en el tamaño.
- Estar presente. Conversaciones, reuniones, nada de tener en la cabeza algo funcionando en paralelo.
- Aprender de las pequeñas y grandes tareas. Desde hace poco tiempo, cada vez que añado algo a mi backlog pienso qué me aporta a mi, y si es nada y le aporta algo a otra persona, delego. Ya os contaré en otro post cómo funciona y qué logros están resultando.
- Seguir siendo algo inconformista, porque siempre hay algo que podemos mejorar.
- Inculcar buenas práticas a nivel personal en más compañeros, porque además de ayudarte a ti, tienen un efecto colateral en los demás que te agradecerán.
- Vivir experiencias diferentes que me ayuden a encontrar más pasiones, y áreas donde puedo aportar mas valor.
Vivir fuera de mi zona de confort, me ha ayudado a conocerme mejor.