El foco para mí es la concentración absoluta respecto una acción que voy a realizar, de la cual tengo una visión clara del resultado a obtener, conozco todos pasos para llegar a mi objetivo y dispongo del contexto adecuado para conseguirlo. Suena a éxito asegurado, pero no es así. Por mucha claridad que tenga en mis acciones y sensación de control sobre ellas, hay factores que me afectan directamente a la hora de conseguir mis resultados y estas son las interrupciones. Hay algunas interrupciones con las que tengo que lidiar porque son parte de mi trabajo y van implícitas en el rol que tengo, pero hoy quiero hacer hincapié en esas interrupciones que me he creado a mi misma, especialmente las de las aplicaciones móviles.

vanesatejada_interrupcionesnotificaciones

Hasta hace un par de meses, era ver una bola roja con un número en una aplicación del móvil y tenía que entrar. Malo. El caso es que empecé a observarme, y me di cuenta de que la mayor parte de esas notificaciones no necesitaban de una acción inmediata por mi parte. Fue entonces cuando conscientemente supe que tenía configuradas interrupciones y no notificaciones.

Cuando una notificación no requiere de una acción inmediata por tu parte entonces has sufrido una interrupción innecesaria

Empecé a anotar qué aplicaciones tenía configuradas con notificaciones que podía atender después, y resultaron ser la inmensa mayoría, así que decidí hacer un experimento, decidí desactivar las notificaciones de todas ellas: Email, Twitter, LinkedIn, WordPress, y WhatsApp. Esto me costó mucho, os lo aseguro. Sentí que me desconectaba del mundo.

Cuando desactivé las notificaciones de mis redes sociales sentí que me desconectaba del mundo

El mono

Oh si, tuve mono. En la primera fase, creo que empecé a acceder a cada una de las aplicaciones que había desactivado más que cuando tenía notificaciones, porque yo estaba convencida de que me estaba perdiendo algo importante. Creo que aquí fui aún más consciente de que tenía cierta dependencia a mis redes – lo primero es reconocerlo.

En la segunda fase del mono, descubrí que lo que yo creía que me perdía, seguía estando ahí después, que la información no desaparecía, que yo podía elegir cuando leerla. De hecho en este punto mejoré bastante la gestión de Feedly, añadiendo a personas de las que no me quiero perder nada y que sólo seguía en Twitter.

Finalmente en la tercera fase del mono, empecé a acceder las herramientas en ratos de descanso y lectura, sencillamente decidí ser yo quien domine la herramienta y no que la herramienta de domine a mi.

El desenganche

Antes cuando veía que tenía una notificación dejaba lo que estuviera haciendo y echaba un vistazo. Desde mi punto de vista ahora, considero que mi móvil era quien gestionaba mi atención. No, perdona, pero las reglas del juego han cambiado. Mi móvil está a mi servicio y disposición, yo elijo cuando acceder a él y dedicarle mi tiempo.

Recuerda que tú eliges voluntariamente a qué le dedicas tu tiempo y atención

Mi foco en el día a día ha mejorado significativamente, principalmente en casa, ya que en la oficina apenas llevo el móvil conmigo. Las únicas notificaciones que he dejado activas son las llamadas, las alarmas y los recordatorios programados en el calendario, todo lo demás puede esperar a después.

Ahora bien, he de reconocer que hay una cosa que sí me cuesta un poco, y es que los días que publico, los domingos, si miro el Twitter algunas veces más de lo normal, porque me hace ilusión saber si la historia que he contado ese día está gustando a mis lectores, sencillamente, no he podido desengancharme de vosotros.

 

9 pensamientos

  1. Gracias! Muy bueno, ya empecé a hacerlo y me da resultados. También encontré en un post que sólo el 5% de los mails requieren respuesta inmediata así que pueden esperar hasta la próxima pausa …

  2. Me gustaría saber si además de aumentar la concentración en tus tareas has notado otra ventaja más llevando a cabo esta medida… el aumento de la cantidad y calidad de las interacciones interpersonales. Has notado algo en este ámbito?

    1. Mmmmm me he dado cuenta de que estoy más presente en las conversaciones con otras personas aunque tenga el móvil en la mesa. Me siento más dueña de el y me he dado cuenta de que no pasa NADA por atender una notificación horas después de haberla recibido.

  3. Hola Vanesa. Yo llevo haciéndolo así ya bastante tiempo, y es un alivio mental enorme. Lo más difícil ha sido acostumbrar a mis contactos a mi modo de respuesta sobre todo en Whatsapp. La gente está acostumbrada a que todo tenga que ser rápido, pero cuando hay una cosa urgente o importante, simplemente hay que hacer una llamada para solucionarlo. El resto por mensaje, que puede esperar.
    Hay días que es difícil no engancharse, pero simplemente por hay cosas que están ocurriendo, y es un gusto poder seguirlas desde las RRSS en directo y participar y aprender. Esos días hay que dejarse llevar un poquito, que tampoco está nada mal.
    Saludos!

    1. Hola Jose,

      En whatsapp me ha pasado lo mismo que a ti. Estoy de acuerdo contigo que hay días, momentos o conversaciones donde te enganchas pero me quedo con que es algo que se elige de forma voluntaria 🙂

      Gracias por compartir tu experiencia!
      Vanesa

    2. Hola Jose,

      coincido al completo contigo en algo, y es lo complicado de acostumbrar a las personas a que tu respuesta no sea automática. Es curioso que tengas que explicarle a alguien algo tan sencillo como: «te he leído, pero no puedo contestarte ahora y lo haré en otro momento». De hecho, eso me hace reflexionar mucho de la demanda y exigencia que nos estamos creando nosotros mismos sin necesidad, para luego quejarnos de «los jefes que nos piden cosas para ayer’, jefes que a lo mejor muchos de nosotros hemos sido en algún momento.

      Gracias por dedicar un poco de tu tiempo a compartir tu experiencia,
      Vanesa

Deja un comentario