Parecía algo lejano, algo que se extendía por otra parte del mundo, con tantas noticias cada día y tan dispares, simplemente era una nueva, una mas. Los puntos rojos se hacían presentes cada semana en nuevos lugares del mundo.
Llegó a Italia, donde tengo muchos amigos y antiguos compañeros de trabajo que me contaban lo que les estaba pasando, me parecía una locura. Después tocó España y, como a otros muchos lugares del mundo, también llegó a Chile. Es curioso como hablábamos de algo lejano que estaba tan cercano, sin ser conscientes del gran impacto que podría tener en nuestras vidas. Viendo lo que ocurría con el confinamiento en España y tras haber vivido un toque de queda en Chile, hice esa compra del mes donde repones básicos, latas, productos no perecederos para evitar posibles colapsos en supermercados.
Todo cambió en 6 horas
Mi madre llevaba más de una semana diciendo que se encontraba muy mal. Mi madre es un toro, de esas mujeres que no se queja nunca, así que mi hermana y yo sabíamos que se encontraba mal de antes de quejarse. Mucha tos, mucho dolor de cuerpo, y desde hacía un par de días fiebre. Las placas confirmaron que no tenía nada en el pecho aún, así que se fue a su casa como paciente no confirmado y en seguimiento. Estaba preocupada.
En mi empresa, LATAM Airlines, llevábamos varios días trabajando intensamente por todo el impacto que tenía la crisis en la movilidad de las personas y los cierres de fronteras que cada día se anunciaban en todo el mundo. Mucho caos, mucho estrés, compañeros trabajando a contra-reloj, y cada día menos vuelos confirmados. Finalmente llegó la necesidad de trabajar en remoto y dejar de acudir a la oficina para prevenir contagios.
Tenía mi prácticamente todo preparado: comida, mi zona de trabajo, muchos libros pendientes de leer, una lista de TO DO larga con cosas que puedo hacer sola y me encantan.
Era miércoles. Mi hermana me llamó para decirme que a mi madre le estaba subiendo la fiebre, que no la veía bien. Dos horas más tarde tenía una reunión en mi empresa para confirmar las primeras medidas internas, una solicitud de reducción del salario del 50%. Poco después se estimaba que los vuelos de Santiago a Madrid estuvieran activos para los próximos 2 o 3 días. Algo se activó en mi interior, pasé esa noche en vela. No sé como lo etiquetaría porque fue una mezcla de muchas cosas, lo que sí recuerdo perfectamente fue la frase que resonó en mi interior para tomar la decisión final.
Si le pasa algo a mi madre, habiendo vuelos disponibles y pudiendo trabajar en remoto, no me lo voy a perdonar nunca.
Confirmé con mi hermana que podía hacer la cuarentena en su casa, hablé con mi jefe para contarle como me sentía y lo que necesitaba hacer, compré un billete para el siguiente vuelo, preparé el equipaje, mis amigas de Chile vinieron a ayudarme para llevarse la comida que había comprado, mis plantas y acompañarme al aeropuerto. Qué día más triste, loco, intenso y cansado.
Aterrizar en España fue desolador, el aeropuerto vacío, todos distantes, cubiertos. Las carreteras vacías, la cara del taxista triste, su tono de voz angustiado, fue un shock. Cuando llegué a casa de mi hermana me desinfectó e hicimos una video conferencia a mi madre, que no sabía lo que estaba haciendo y se alegró mucho de verme junto a mi hermana. Y quiero pensar que la tranquilidad de saber que estoy más cerca le ha ayudado a tener menos preocupaciones y recuperarse mejor.
Tras una semana aquí, mi madre dejó de tener fiebre, le dijeron que tenía que terminar la medicación y tener paciencia pues los síntomas tardaban tiempo en desaparecer. Ya no tiene dolor, le queda algo de tos y dice que ya no tiene el cuerpo como si le hubiera arrollado un camión.
Cómo organizo mi día a día
Es duro estar encerrada y además en un lugar que no es tu casa, no están tus cosas, tus espacios, pero he conseguido adaptarme bastante bien y bueno, la compañía de la familia no tiene precio, incluso mi hermana y yo llevamos casi 14 días juntas sin discutir, todo un logro.
En primer lugar he decidido adaptar mi horario de trabajo a Chile, para estar en remoto pero igual que si estuviera allí, así sigo el mismo día a día que mis compañeros y ayudo a mi empresa a salir de esto al mismo ritmo que el resto, porque aunque las condiciones han cambiado, el compromiso es más fuerte y hace falta estar más fuerte que nunca.
Después, he identificado esas actividades que en mi día a día me dan paz y equilibrio, a partir de las cuales he creado mi nueva rutina adaptada al nuevo horario:
- Hablar con mi madre – bien durante el desayuno y/o en la cena seguimos hablando para ver cómo ella mejora, se siente y como estoy yo. Ahora que está mejor, queremos ver cómo yo puedo irme a vivir a su casa hasta que pueda volver a Chile.
- Leer – cada mañana tras desayunar con las noticias me siento a leer uno o dos capítulos de mi libro.
- Hacer deporte – prácticamente a diario hago ejercicio en la entrada del piso de mi hermana, es muy pequeña pero para mi es suficiente para entrenar.
A esto le añado videollamadas a amigas y familiares, para charlar, darnos cariño y apoyo en estos momentos difíciles. Ahora os comparto la lista que me hice para estar entretenida en la cuarentena sola, por si os inspira y da ideas:
- Leer mi diario tranquila, mis aprendizajes y reflexionar sobre mi futuro
- Leer los libros comprados que no he abierto
- Realizar cursos online – marketing digital, UX, finanzas, liderazgo…
- Escribir en el blog
- Ver charlas de conferencias online que pagué y aún no he visto
- Aprender a pintar con acuarelas y hacer láminas para seres queridos
- Practicar sketching en iPAD
- Organizar mis sistemas de archivos de Google Drive
- Empezar a meditar
- Organizar álbumes de fotos
- Aprender nuevos platos de cocina sana fáciles de hacer
- Escuchar música tumbada en la cama relajada
No están ordenadas por prioridad, pero me sirven de inspiración para esos momentos en los que me pregunto: ¿y ahora qué hago?. Si vosotros compartís vuestras ideas en los comentarios, podéis inspirar a otros y yo feliz de añadirlas a mi lista, es más, si hay algunos temas en concreto sobre los que os gustaría que escribiera, decidme y los añado a mi lista de ideas.
Un abrazo, feliz cuarentena y ánimo, unidos saldremos adelante.
Muchos ánimos! Impresionante experiencia y fuerza de decisión.
Yo también trabajo para Chile desde España. Hago un horario más bien español aunque estoy pensando hacerlo mixto; lunes, martes y miércoles empezar más tarde para solapar más horas y jueves y viernes más como aquí para tener vida social, si es que hay de eso en la nueva normalidad. Ya veremos qué tal funciona.
No quiero imaginar si me hubiera pillado todo esto en Chile. El estallido social ya fue suficiente aventura.
Un saludo y ánimo con la situación.
Gracias por compartir tus experiencias y pensamientos en esta situación tan anómala. Son muy inspiradores.
Un placer 🙂
Gracias por compartir tus pensamientos y experiencias en esta situación tan anómala. Son muy inspiradores.
Muchas gracias por compartir tu experiencia, también español en Chile. Te seguiré leyendo con mucho gusto !.