Mi experiencia en el taller de regulación de conflictos con Reeelab

Me encanta la sensación de que una experiencia supere mis expectativas y sobre todo cuando lo hace a nivel personal, laboral y emocional.

El punto de partida de este taller fue conocer lo que cada miembro del grupo esperaba obtener como resultado al finalizar la jornada de trabajo, y los facilitadores se aseguraron de que cada uno nos lleváramos al menos una idea semilla sobre la que trabajar para sacarle valor al taller.

¿Qué es un conflicto?

Buen punto de partida, cada uno dimos una definición de conflicto, y en resumen fue: todo aquello crea un choque de intereses. Dentro de los conflictos analizamos tipos, situaciones que lo podían provocar, casos en los que el conflicto era redundante, y sobre todo los grados de un conflicto lo que los facilitadores llamaron el termómetro del conflicto. Los grados de un conflicto nos ayudan a conocernos mejor, conocer el estado del conflicto y saber cómo lidiar con ellos en función de la fase en la que se encuentren.

¿Cómo podemos afrontar un conflicto?

El aspecto más complejo de cara a un conflicto es la parte donde se debe lidiar para encontrar una solución, pacto, acuerdo que haga que las partes involucradas resuelvan la situación. Creo que es mucho mas fácil generar un conflicto, mantenerlo vivo, ignorarlo, que afrontarlo, por ello esta parte del taller me gustó especialmente.

Apertura del diálogo –  Debemos partir de la intención de quede solucionar el conflicto, empezar tranquilos, sin prejuicios ni ideas preconcebidas que pueden impedir que veamos la realidad tal cual es.

Retomar necesidades – Expresar y entender las necesidades de cada parte, además de aclarar el por qué de las mismas. En esta fase es fundamental la escucha activa.

Identificar necesidades en común – Satisfacer necesidades compartidas supone un punto de acercamiento muy importante ante un conflicto, donde ambas partes saldrán bien avenidas y evitarán la lucha de intereses.

Definir cómo cubrir necesidades compartidas – Dedicar esfuerzos a trabajar por conseguir los mismos objetivos es lo que va a generar un entorno de colaboración entre ambas partes.

Desarrollar las propuestas – Finalmente ponemos en práctica las soluciones que satisfacen nuestras necesidades y hacen que, el grado de conflicto disminuya considerablemente.

Lecciones aprendidas

• No existe ninguna receta mágica para solucionar un conflicto, sólo recursos a tener en cuenta en función del entorno y contexto.
• Un conflicto es algo muy subjetivo, debemos conocernos a nosotros mismos para evitarlos.
• Detrás de un conflicto siempre se esconde una oportunidad.
• Nuestros prejuicios marcan y son detonantes, de conflictos innecesarios. Estamos sugestionados y vemos lo que queremos ver.
• Se asertivo, defiende tus intereses sin dañar a los demás.
• Cuando un conflicto toca demasiado la parte emocional, desconecta si realmente quieres pensar con claridad y no personalizar.
• Usa la reformulación para tener claro al 100% si lo que entiendes del diálogo es lo correcto, sobre todo antes de contestar, proponer o tomar una decisión tras la interpretación de lo que otro ha dicho.
• Aprender a preguntar, fíjate en los pequeños detalles, piensa out of the box.
• No pongas parches a tus conflictos, tarde o temprano tendrás que enfrentarte a ellos.

Cierro con algunas citas que me hicieron reflexionar mucho:

Ante un conflicto, cuando ponemos la atención en lo que hacen los otros, es porque hay algo en nuestro lado que no queremos ver. Maica

Vive el conflicto en primera persona. Santiago