Marzo del 2020 fue el mes clave, para mi y para muchos. Desde entonces, la empresa en la que trabajo entró en una grave crisis que ha tenido un impacto enorme en usuarios, clientes, empleados, proveedores, resultados de negocio… en todo. En este tiempo creo haber consolidado algunos aprendizajes que me han generado nuevos recursos que hoy en día ya son parte de mi caja de herramientas e incluso, hábitos de trabajo. Quizá muchos interiorizaron todo esto antes, sin embargo, espero que aún haya tiempo para sumar con mi experiencia en la de otros. Muchas de las cosas que vais a leer pueden ser las obvias, sin embargo, creo que en este periodo no podíamos pasar por algo ningún detalle.

Cuando nuestros aviones se quedaron en tierra, sentimos pánico. Es lo peor que puede ocurrir en una aerolínea. El avión tiene que volar, llevar a personas y carga de un lugar a otro, o como dice la misión de LATAM, cuidar que los sueños lleguen a su destino. Siempre que hablo de producto digo lo siguiente: «somos personas haciendo producto para otras personas». En este artículo voy a compartir solo cómo ha sido la gestión de equipos en esta crisis, dejando para otro la experiencia gestionando producto.

Preocupaciones principales

Las personas han compartido sus sentimientos, contextos y situaciones en algún momento de todo este proceso, hay muchas maneras de exponer sus preocupaciones principales, y yo me permito resumirlas en dos preguntas clave:

  • ¿Y ahora qué trabajo vamos a hacer?
  • ¿Qué va a pasar conmigo?

Hay muchas más, sin embargo estas dos son las que en esencia más se han repetido en cuanto al día a día de las personas, han sido las más frecuentes y difíciles de responder en todo este tiempo, pues con las diferentes etapas que hemos vivido, aún teniendo la respuesta hoy, dos meses después la situación cambiaba y se volvían a formular.

Qué me ha funcionado bien

  • Comunicar con claridad, sinceridad y en exceso – Cuidar el mensaje, las palabras, el tono, la expresión considerando que no estamos en la misma sala, diferenciar qué información está madura para compartir o aún no, ser sincero aunque duela y genere mayores preocupaciones, lidiar con preguntas incómodas, inesperadas, esperadas, responder: «no lo sé» con sinceridad y sin miedo, repetir un mismo mensaje 5 veces en una misma semana (en reuniones con todos, por equipo, individuales) las veces que haga falta para evitar interpretaciones que puedan hacer más dolor que el necesario.
  • Desarrollar la calma y la paciencia – Cada noticia, cambio, hecho, tiene un impacto en el momento y luego lleva un tiempo el entender, aceptar… He desarrollado mi calma y paciencia para poder acompañar a mis equipos a tomarnos el tiempo necesario para asimilar y a partir de ahí, ver cómo continuar juntos, con lo que tenemos, incluso sabiendo que nos falta información que en algún momento llegará, como nos ha ido llegando hasta ahora.
  • Ver el lado bueno de las cosas – Asegurar que cada cosa que hacemos tiene un propósito que aporta valor a alguien, incluso en la peor situación, peor contexto, sin saber qué puede pasar.
  • Empatizar al extremo – Todos estamos afectados aunque las realidades de cada uno son muy diferentes. Este tiempo me ha permitido conocer mucho más a las personas con las que trabajo, detalles que, gracias a saberlos, me han permitido acompañarlos en este proceso de una manera más personal, y todo ello gracias a que se han abierto a compartir y dejarse ayudar. Yo me he abierto con ellos, he mostrado mis días mejores y peores, y me he dejado cuidar y ayudar de la misma manera.
  • Estar disponible y presente – Ambas de la mano, disponible para cualquier momento en que alguien necesite algo, ser capaz de ajustar la agenda o sacar un rato para tener una conversación y después, presente con todos los sentidos puesto que la atención marca la confianza que las personas depositan en ti en un momento tan delicado.
  • Generar oportunidades – Ha habido muchos cambios de personas en estos meses, todos ellos han dejado oportunidades que un líder debe aprovechar para ofrecer a quienes están aún en la organización, esto además ayuda a motivar a las personas viviendo nuevas experiencias que quizá en otras circunstancias no habrían podido.
  • Cuidar, retener, dejar ir – He trabajado para cuidar de los equipos y personas día a día, no cuando amenazaban de irse o indicaban que algo iba mal, el cuidado ha sido en el día a día. Después con cada situación aprendes a ver cuándo puedes retener a alguien desde su contexto particular o bien, si lo mejor es dejar ir, por el bien de la persona y la empresa, establecer estas diferencias ha ayudado mucho a evitar más sufrimiento y dolor.
  • Bienvenidas y despedidas cálidas – Cuando alguien de otro área viene a ayudar, la bienvenida debe ser cálida, activa, por todo el equipo, estamos en el mismo barco y remamos juntos. Al mismo tiempo cuando hay despedidas, en remoto sin poder juntarte para tomar algo, es necesario cuidar los detalles y el cariño en ese momento, al menos tener una videollamada para dejar que los compañeros compartan logros y te manden sus mejores deseos.
  • Celebrar – Cada logro, buena noticia, por muy pequeña que sea, merece una mención, una celebración, un agradecimiento. Considerando que en el entorno la mayor parte de las cosas con la que estamos lidiando son dolorosas, estos momentos nos permiten ver luz al final del tunerl, tomar aire fresco, cargar pilas para seguir adelante y sentir que el esfuerzo merece la pena. Cada lunes tengo tengo un all-hands con todos los equipos, y un punto de este evento es agradecer, es el energyzer de la semana, es maravilloso sentir el apoyo, cuidado y fuerza que transmiten estos mensajes entre todos nosotros.
  • Generar momentos para disfrutar – Crear instancias para juntarnos a estar juntos, hablar de cualquier tema, jugar a algo, el caso es disfrutar de algo aunque sea en remoto. Cada X semanas tenemos un desayuno, happy hour, algo que nos una también como personas y no sólo como profesionales, somos una suma de roles: yo soy hija, hermana, amiga, profesora, bloguera, cocinera, deportista, viajera, etc… seguir conociéndose, tener tiempo para reirnos, tener un espacio abierto y seguro es fundamental para mantener los equipos unidos.
  • Invertir en cuidarme yo – Mi cara es el reflejo de mi alma, mi dia bueno real es muy diferente a mi dia bueno «forzado vamos que puedes con todo» y como líder de estas personas, cómo me siento y lo que transmito va a tener un impacto. He dedicado tiempo a cuidarme por mi salud personal y también por ellos, porque sé que si me siento fuerte y bien, eso lo voy a hacer llegar y contribuirá de forma positiva al entorno y el trabajo.

Qué debemos evitar

Desde mi experiencia, me llevo dos temas en especial que creo que debemos de cuidar cuando estamos lidiando con una crisis que es más que evidente:

  • Exceso de positivismo – Una cosa es ver el lado bueno de las cosas, otra que cada día sea el mejor de tu vida. El exceso de positivismo, la motivación forzada, la sonrisa fake pueden ser recursos útiles de forma puntual cuando tienes un mal día y no sabes qué cara poner, pero como costumbre, el efecto rebote puede ser demoledor, ya que puede hacerte perder credibilidad, puedes parecer no humano, puede parecer que ocultas información («¿Hay algo que yo no sepa para estar así de feliz?»).
  • Respetar lo que no ven el lado bueno de las cosas ni las oportunidades – El día a día de todos cambió radicalmente, algunos vivieron este proceso como algo de lo que llevarse muchas cosas, pero otros no, en estos casos puedes empatizar, intentar convencer, pero si la fricción es muy alta, lo mejor es no forzar y como dije antes, generar más dolor.

Quiero recordar y dar las gracias a los compañeros que estuvieron en la Tarugoconf SOFÁ EDITION este año, donde hubo una charla relacionada con este tema, en la cual me sentí muy identificada y asenté muchas de las cosas que había experimentado durante este año.

Creo que esta crisis que estamos viviendo, ahora tras 9 meses de recorrido y viéndolo con perspectiva, ha sido una enorme oportunidad para acercarme más aún a mis compañeros, encontrar con ellos la manera de avanzar como mejor se pueda y crecer mucho en cuanto a habilidades de liderazgo, gracias a un contexto totalmente diferente a lo que había vivido hasta hoy. Cuidemos a nuestros equipos, compañeros, porque ellos son los que hacen realidad el producto que ofrecemos a nuestros clientes.

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