¿Alguna vez habéis trabajado en un equipo con identidad? Os comento lo que significa esto para mi y sepáis mejor a lo que me refiero:
Un equipo con identidad es aquel que siente su producto y tiene una metodología de trabajo acordada y seguida por todo el equipo.
Si escribo este artículo, es gracias a haber vivido la experiencia de formar parte de un equipo con identidad, con valores. ¿Pero cómo llegamos a este nivel? Pues luchando, a base de mucha retrospectiva, saliendo adelante de muchas experiencias, malas y buenas, pero sobre todo, gracias a un hecho que vivió el equipo y les hizo reflexionar sobre ellos mismos de una forma diferente. Era un equipo formado por las mismas personas desde hacia casi un año y medio. Un día un compañero decidió cambiar de proyecto y nos vimos en la necesidad de buscar a una nueva persona. A estas alturas, trabajamos de lujo juntos, y este hecho nos removió un poco de nuestra silla: ¿y si el nuevo nos corta el rollo?. Quería que el equipo fuera partícipe del proceso y por ello un día hicimos una dinámica dedicada a este tema – si llega un nuevo compañero, ¿cómo queréis que trabaje? ¿cuáles son vuestras condiciones?.
¿Cómo definimos nuestra identidad de equipo?
- Cada miembro del equipo escribió en post-it sus condiciones.
- Uno a uno fueron presentando lo que habían escrito – agrupando si algún otro compañero había mencionado algo similar. Sorprendentemente hubo muchas cosas en común.
- Después votamos y priorizamos
- ¡Voilà! ahí estaba nuestro manifiesto, nuestros valores, nuestra identidad.
- Finalmente colocamos nuestros valores en el tablón de Scrum.
¿Cuál fue el valor de esta dinámica?
Estos post-it se convirtieron en parte del pack de bienvenida de los nuevos miembros del equipo. Cuando alguien llegaba, se le explicaban estos valores y su por qué. En alguna que otra daily, salió algo que nos llevaba a señalar uno de los valores: «chicos esto ha pasado por haber descuidado…». Por otro lado, cada cierto tiempo dedicábamos un rato de alguna retrospectiva a repasarlos y mantenerlos vivos: ¿seguíamos cumpliendo con nuestros valores? ¿había algo más que pudiéramos añadir?. Pero el mayor valor de todos fue, que esta actividad generó un sentimiento de equipo y ownership aún mayor, lo que al final se refleja en un buen entorno de trabajo, un producto mimado, unos resultados brillantes. Un día, estábamos comiendo juntos y uno de los nuevos compañeros nos dijo que era un placer estar en un equipo así, porque tenía una inercia que te arrastraba, sentías que antes de hacer algo de cualquier otra manera, había que hablarlo para estar todos en sintonía, sentías que a partir de ahí todo lo que se podía hacer era mejorar.
Quizá también te interesen:
♥ La diferencia entre trabajar «lo justo» y «justamente»
♥ El retraso de un proyecto somos todos
♥ Validar por parejas: calidad, confianza y conocimiento
Me ha gustado mucho tu publicación, ojala nos encontráramos a más equipos así.
Muchas gracias por tu comentario y ojalá nos los encontremos o bien, seamos capaces de crearlos 🙂